Muchas veces conciliar la vida laboral y familiar puede resultar difícil y sientes que te piden más de lo que crees que puedes dar. Que no llegas a todo y ves imposible sacar tiempo para ti mismo y tus seres queridos. Puedes hacer que esto mejore poniendo en práctica estos tres sencillos hábitos:

1. ORGANIZA TU DÍA.

   Planifica tus actividades con antelación y asígnales un tiempo determinado.

2. REPARTE LAS TAREAS.

   No intentes abarcar más cosas de las que puedes hacer. Pide ayuda y confía en los demás

3. DOSIFICA TU ESFUERZO.

   Haz una pausa de vez en cuando. Reserva un tiempo para ti y recargar las pilas.

Incorporando estos hábitos en tu rutina, notarás que el estrés mejora y ganarás en calidad de vida. Un esfuerzo que merece la pena.